Andrés F. Giraldo Palomino*
El año 2023 cierra con un balance agridulce para Colombia. La economía sigue mostrando signos de desaceleración, pero el desempleo se ha mantenido a niveles de un dígito y la inflación sigue disminuyendo, aunque no ha sido al ritmo deseado.
Por otro lado, el tipo de cambio parece estabilizarse alrededor de los $4.000. A la vez, se espera que la tasa de interés de intervención del Banco de la República siga descendiendo, de manera que las demás tasas seguirán esa misma tendencia.
Además de la desaceleración económica, preocupan otras tendencias:
En primer lugar, la inversión viene cayendo a tasas de más de dos dígitos, lo que siembra dudas acerca del desempeño económico en el mediano y largo plazo.
Por otro lado, las importaciones caen también de manera pronunciada, aunque el Ministerio de Hacienda señala que detrás de la caída hay un proceso de sustitución de importaciones. En sí mismo, eso es una buena noticia, pues implica que hay producción nacional que está reemplazando lo que antes se importaba.
Específicamente, la desaceleración de la producción industrial indicaría que esa sustitución ocurre en el sector primario de la economía, que es el sector que abarca agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, y extracción de minas y canteras.
Entre las importaciones también hay bienes de capital e insumos que permiten la producción doméstica, por lo que la caída en las importaciones también está asociada a una caída de la inversión. Esto significará menores posibilidades de producción futura.
Desde el punto de vista de la oferta, la producción industrial, la construcción y el comercio (al por mayor y al detal) decrecen y solo el sector de administración pública y defensa, así como actividades artísticas y de entretenimiento junto con actividades financieras y de muestran un crecimiento por encima del ritmo de la economía como un todo.
Contrariamente a lo esperado, la reforma laboral y la de la salud están caminando, aunque no con pocas dificultades. Y aunque la pensional no ha avanzado demasiado, es la que genera menos resistencia, a pesar de las alertas de algunos analistas.
La principal crítica a la reforma laboral es el riesgo de aumenta la informalidad. Un estudio divulgado por el Grupo de Análisis del Mercado Laboral del Banco de la República estima que el principal impacto de la reforma laboral, como fue presentada, es la posible pérdida de empleos formales. La informalidad tiene grandes costos sociales y económicos, así que no se debe subestimar su posible aumento si se aprueba la reforma como ha venido transitando en Congreso.
Más informalidad implica menos cotizaciones a la salud y la seguridad social, y esto tiene a su vez implicaciones para las otras dos reformas sociales que se están discutiendo. Con un gobierno que además pretende realzar el papel del Estado, esto se traduciría en presiones fiscales que aumentarán el gasto público y la deuda.
La aprobación de una reforma tributaria que aumentaba el recaudo en $19 billones fue una excelente noticia al comenzar el gobierno Petro. Pero hoy las cuentas se están desajustando ante las declaraciones de inconstitucionalidad de muchos de los apartes que implicaban aumentos del recaudo.
La declaración de inexequible de la no deducibilidad de las regalías implica para el gobierno cerca de $10 billones menos de lo esperado inicialmente. Si a esto le sumamos la incertidumbre acerca del aumento del recaudo por solución de litigios y gestión de la DIAN que suman $28.6 billones, según Corficolombiana, el panorama fiscal no está para nada despejado en el 2024.
Incluso no se descarta la presentación de una nueva reforma tributaria, aunque esta sería en la segunda mitad del gobierno, cuando el capital político sigue decreciendo.
La Junta Directiva del Banco de la República seguramente iniciará un proceso de reducción de tasa de intervención, que se espera se acelere en el segundo semestre de 2024, cuando la inflación siga su tendencia hacia la meta de largo plazo (3%, en un rango de 2 a 4%).
En el Informe de Política Monetaria de octubre, el Banco revisó al alza el pronóstico de inflación de 2023 (pasó del 7.9% al 8.4%) y de 2024 (del 3.7% al 4.2%), y explica que es por el proceso desinflacionario menos pronunciado de lo esperado a finales del 2022 e inicios del 2023.
La inflación proyectada para 2024 estará levemente por encima del rango superior de meta de inflación. Es probable entonces que el año termine con una tasa de intervención de entre 6 y 8.5%, es decir entre 2 y 4.5% de tasa de interés real.
El ritmo lento de caída en la inflación se ha explicado principalmente por el costo de los combustibles, y el inicio en 2024 de la reducción de subsidios para el ACPM podría hacer que la inflación siga su tendencia decreciente leve. Pero si el fenómeno del Niño llega con la fuerza que se ha proyectado, hará que muchos precios en la economía no sigan reduciendo su ritmo de crecimiento, haciendo más complejo el panorama inflacionario.
Este fenómeno del Niño llega en un momento de alta inflación, por lo que la Junta del Banco debe estar muy atenta. Regularmente el Niño implica un aumento en precios de bienes agrícolas y servicios públicos, que tienen peso grande en la canasta familiar, y sobre todo en la de los hogares de ingresos más bajos.
Como escribí en esta revista, el comportamiento del mercado laboral será un problema especialmente delicado para el actual gobierno; aunque la tasa de desempleo sigue en niveles de un dígito, es claro que tener 10 personas desempleadas de cada 100 no es para nada satisfactorio.
El ritmo de creación de empleo se ha desacelerado, y esto preocupa más dado el rezago que existe entre la evolución de la actividad económica y la respuesta del mercado de trabajo. La reforma laboral, la desaceleración de la economía y la incertidumbre sobre el desempeño económico mundial llevan a concluir que el panorama no es alentador para el 2024.
El 2024 se vislumbra como un año de transición. Un país con reformas aprobadas, cuya ejecución tendría un impacto económico y social mayor que el que hemos visto en las últimas décadas. Y una desaceleración económica que empezará a afectar el empleo.
El gobierno debe enfocarse en ejecutar el presupuesto en áreas claves de reactivación económica y de empleo, como decir infraestructura y construcción, así como en abrir el camino para que el sector privado complemente esos planes. Si el gobierno sigue viendo al sector privado como un contradictor y no como un aliado, los planes de recuperación no se podrán llevar a cabo.
Por otro lado, el gobierno debe acelerar la ejecución de los programas sociales que reemplazarán a Familias y Jóvenes en acción, y los demás programas de gobiernos anteriores. Esto ayudará a mitigar el impacto de la desaceleración sobre el ingreso de los trabajadores.
Todos estos retos llegarán en un momento de estrés en las finanzas públicas. Aunque el recaudo ha aumentado, como informa la DIAN, hay un rezago entre la recolección de impuestos y la evolución de la economía: cuando el mercado laboral se vea afectado por la desaceleración, vendrá una desaceleración en los ingresos tributarios.
Por último, el gobierno haría bien en revisar los resultados de la Misión de Empleo del gobierno del presidente Duque. Esta misión recomendó que cualquier reforma laboral y de los sistemas de protección social debía abordarse de forma integral, tanto en la consistencia interna como en la macroeconómica.
Por las proyecciones de algunos analistas, los resultados de una reforma afectarán a las otras, y por esa vía a la política fiscal. Y estamos en un momento cuando la consistencia macroeconómica será importante para sembrar una senda de crecimiento económico sostenible y, al final, lograr los recursos necesarios para un mejor desarrollo de la sociedad colombiana.
*Economista y profesor asociado de la Universidad Javeriana. Correo: (afgiraldo@gmail.com).
Cordial Saludo Andrés,
Leyendo tu artículo me llegaron tres dudas y te agradecería que me pudieras dar respuesta a ellas de manera directa o si ya has escrito sobre los temas que te voy a plantear indicarme a dónde debo remitirme:
1) ¿Qué impacto están generando las presentes guerras en nuestra economía?
2) En el proceso de sustitución de importaciones ¿qué productos se están produciendo nacionalmente que ya no se importan?
3) ¿Cuál es el impacto que tiene en nuestra economía el aumento de la oferta en las actividades artísticas y de entretenimiento?
Gracias por la atención prestada
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